Articulo de Otros Cuentos sobre La carta de mi Madre
Saber mas sobre La carta de mi Madre
Tras un largo viaje, retorné a casa. Decidí hacer ciertos cambios y en uno de mis libros preferidos hallé una carta dirigida a mí. Era de mi Madre y afirmaba así:
Querida hija:
Cuando me veas avejentar, solo te solicito que por favor trates de comprenderme con amor y paciencia.
Si repito lo mismo muy frecuentemente, no me afirmes eso ya me lo dijiste, por favor solo escúchame y recuerda que cuando eras pequeña, te leía tus historias preferidas y te las repetía una y otra vez hasta el momento en que te quedases dormida. Si no deseo bañarme, no me abochornes. Recuerda que cuando eras pequeña debí aguantar miles y miles de disculpas tuyas y proseguirte a todas y cada una partes hasta el momento en que al fin te bañases.
Si no puedo comprender la nueva tecnología, si tardo mucho en aprender, solo espera y dame el tiempo que necesito para comprender y no te incordies por favor, no hagas ademanes de impaciencia o bien fastidio, acuérdate que con paciencia debí enseñarte a vestirte, lavarte y a peinarte hasta el momento en que aprendas a hacerlo sola.
Si de repente olvido lo que estábamos conversando no te desesperes, solo recuerda que lo único y más esencial para mí va a ser estar junto a ti y que puedas escucharme.
Si ya no puedo pasear como anteriormente, solo dame tu mano, como hice cuando eras pequeña a fin de que no te caigas hasta el momento en que aprendas a pasear sola. Debes prepararte a fin de que cuando lleguen esos días, no te sientas impotente ni triste en el momento en que me veas así; solo ayúdame a llegar al final de mi existencia con amor y cariño. Por tu tiempo, dedicación y por todo cuanto significas para mí, deseo recordarte que te amo y que voy a estar eternamente agradecida mi venerada hija.
Tu madre.
Si hubiese leído esta carta mucho ya antes, le hubiese dado lo mejor de mí. Ahora es demasiado tarde por el hecho de que ya la perdí.