Las apariencias pueden engañar

Articulo de Cuentos de Aventura para Niños sobre Las apariencias pueden engañar

Las apariencias pueden engañar

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El florero preferido de la tía de Raquel, era la atracción de sus amigas cuando la visitaban cada fin de semana, era único en ese modelo, era antiquísimo y un recuerdo de familia.
Raquel y sus amigas se reunían toda vez que podían para tomar el té. Bom bom, era el gato travieso de Raquel, lo tenían en el patio y no lo dejaban entrar a la sala y menos cuando había visita, todo lo rompía por jugar. Esa tarde Raquel olvidó cerrar la puerta del patio por ir a adquirir unos dulces a la tienda y bom bom salió tal y como si fuera tras un ratón. Al gato asimismo le agradaban los ornamentos del florero, y de un salto lo hizo tambalear, y en el momento en que una de sus amigas deseó mantenerlo, tropezó asimismo y el florero se rompió en mil pedazos.
Llegó Raquel y no podía opinar lo que veía, se enfureció con su amiga pensando que era quien destrozó el florero, el piso quedó lleno de agua, flores y pedazos de cristal. Las amigas la aliviaron y le explicaron lo ocurrido. Ganas no le faltaron de desaparecer el gato, mas este no se dejo.
Al acabar la asamblea, Raquel se aproximó a bom bom que estaba atemorizado, el gato prácticamente la araña pensando que lo castigarían mas Raquel solo deseaba hacerle cariño y darle algo de leche, se aproximaron los dos poquito a poco y desde ese día, Raquel retiró los ornamentos valiosos para ella y comprendió que el pobre bom bom solo deseaba jugar, fue pero comprensiva y jamás pero lo maltrató, ahora la asambleas las hacen en casa de María su amiga, y decidió no dejarse llevar por la cólera ni juzgar a absolutamente nadie por las apariencias, puesto que muy frecuentemente podemos confundirnos.