Articulo de Otros Cuentos sobre Dos niños y su viaje al cielo
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Angela y José eran 2 hermanos pequeños , que desgraciadamente perdieron a sus progenitores en un accidente de tránsito. Estos pequeños no tenían más familia y vivían de la caridad de sus vecinos. La pequeña de 9 años , era la mayor y hacía lo mejor que podía por su hermano de solo 4 años . Una mañana de verano, los vecinos extrañados al no ver a los pequeños salir a jugar como todos y cada uno de los días, tocaron la puerta de la casa donde vivían mas absolutamente nadie respondió. Ellos no sabía que los pequeños dormían de manera profunda , mas era hora de desayunar y la vecina Rosa les llevaba el desayuno .
La noche precedente, los hermanos se acostaron muy tarde cansados de jugar y charlar mucho sobre el sitio donde ahora vivían sus progenitores, mas ocurrió algo extraño. Los pequeños tuvieron un sueño. Los dos soñaron que sus progenitores estaban todavía con ellos y que jugaban en un jardín con lindas ovejas, un tigre muy grande que realmente parecía un tierno gato tan manso como una paloma y además de esto habían leones que jugaban con los pequeños y no les hacían daño. Habían árboles, frutos exóticos y jamás faltaba el amor ni el alimento. Verdaderamente era un sitio donde todos desearían estar.
Probablemente gozaban del amor de sus progenitores más que de todo cuanto veían en aquél paraíso . Sí, un paraíso, por el hecho de que para los pequeños cuando son pequeños, el amor de sus progenitores lo es todo pues alumbra sus vidas. Estar allá les quitó la tristeza y ahora todo era dicha, sentían el cielo en sus vidas. Angelita y José, no deseaban despertar de su sueño. Ellos deseaban continuar jugando mas sus progenitores los sentaron en el jardín y el padre dijo: Hijitos míos, por amor a los trajimos en sueños hasta acá a fin de que vean que estamos bien. Los extrañamos mucho mas desde acá los cuidamos.
Jamás se preocupen por el hecho de que nunca van a estar solos puesto que vamos a estar con si bien no nos vean. Pero papi, me quiero quedar acá contigo. No me dejes ir sin ti. No me voy a ir si no vienes con nosotros, afirmaba el pequeño llorando desconsoladamente. Los progenitores tenían roto el corazón al ver a su pequeño tan triste y debieron tomar una enorme resolución. Para ello los vecinos cuando consiguieron entrar a la casa descubrieron con gran sorpresa que los pequeños proseguían de forma profunda dormidos con una expresión muy dulce y felíz en el semblante, por que ahora estos pequeños eran 2 angeles en el cielo a la vera de sus progenitores.