Articulo de Cuentos Clásicos para Niños sobre El gigante y el sastre
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Hubo una vez un sastre cuya jactancia era pero grande que su tamaño y lo que verdaderamente debía hacer. Mas un buen día no pudo pero y dejo su trabajo por ir a caminar por el planeta.
El sastre en uno de sus viajes, pudo ver en el horizonte una torre tan alta que parecía tocar el cielo. Dominado por la tentación, se acerco al sitio y muy sorprendido vio que la presunta torre, tenía piernas! sin caer en la cuenta había llegado a estar en frente de un gigante.
El gigante al ver al hombre le dijo:
-Que haces acá!
-Solo deseo comida, no encuentro nada en este bosque.
-Si te quedas conmigo y me sirves, no te faltase alimento afirmó el gigante
-Claro que si admito, que pero me queda. Pensó el sastre, imaginando que pronto escaparía.
-Muy bien!! ahora lleva la jarra y ve a traerme agua.
-Claro que si, mas no desea que mejor le traiga el pozo, o bien mejor, la fuente de agua?, jactándose una vez pero el sastre, como siempre y en todo momento.
El gigante tras escuchar lo que afirmó el hombre, se preocupo al percatarse que no era nada imbécil, como el. Pensaba que quizás era un hechicero. Inmediatamente lo mando al bosque a recortar madera.
Entonces el pequeño sastre dijo:
-Mejor, ¿no desea que le traiga el bosque entero?
Gruñendo el gigante pensaba:
-Este no es nada tonto. El gigante estaba muy confundido pensando y también imaginando cosas, una de ellas era como deshacerse del pequeño hombre, quien le daba la sensación de que era una amenaza para el gigante, puesto que lo consideraba pero taimado que exactamente el mismo y por consiguiente una amenaza. Al día después salieron juntos al bosque a ver unos sauces, y el sastre jamás más regreso, lo que hacía muy feliz al gigante.
Hasta hoy absolutamente nadie sabe que le sucedió al sastre aquella vez.
