Articulo de Fábulas de Esopo sobre El milano y la culebra
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Un Milano que tenía mucha apetito, percibió en la distancia a una pequeña culebra y pensó: Esa culebra ha de estar bien jugosa. Por qué razón no
..? y antes que terminara de pensar
.. ¡zas! cogió a la pobre culebra con sus garras.
La culebra que apenas se dio cuenta que alguien se la había llevado, miró cara arriba y vio al ave sonreír pues pronto se la comería.
Entonces la culebra le mordió y las dos comenzaron a caer. El milano no pudo subsistir, al tiempo que la culebra por fortuna sí.
