Articulo de Cuentos Clásicos para Niños sobre El Monte Simelí
Saber mas sobre El Monte Simelí
Hace bastante tiempo habían 2 hermanos, uno de ellos era riquísimo, el otro era tan pobre que en ocasiones no tenía ni para el alimento de su familia. Su hermano rico no se interesaba por el bienestar de su hermano, no le importaba, solo pensaba en sí y sus posesiones.
Una mañana el hermano pobre salio en su carreta, pasaba por un bosque y quedo sorprendido al ver una montaña que ya antes no vio, se detuvo a observarla y después noto la presencia de múltiples hombres, eran como 12 que iban apuradísimos. El hombre se asusto, pensando que podrían asaltarlo y se ocultó con su carreta entre los árboles mientras que proseguía observando.
Los hombres se aproximaron a la montaña y dijeron:
-Montaña Semsí, abrete!, y la montaña se abrió.
Cuando ingresaron los hombres, la montaña se cerró. Al rato se abre de nuevo la montaña y salen todos y cada uno de los hombres cargando sacos llenos, al tiempo afirmaron todos:
-Montaña Semsí, ciérrate! y la montaña inmediatamente se cerró.
El hombre pobre se acerco y también hizo lo mismo tal y como lo vio, la montaña se abrió y también ingreso. Al ingresar quedo con la boca abierta, puesto que halló mucho oro y plata, además habían muchas piedras hermosas. Tomo un puñado de la primera cosa que tuvo a su alcance y fue llenando sus bolsillos como pudo, cuando deseó salir repitió exactamente la misma oración hasta el momento en que la montaña se abrió como anteriormente.
Pasaron los días y el hombre pobre pudo solventar sus inconvenientes económicos, adquiero mucha comida y hasta asistía a los pobres. Mas un día el hermano rico se dio cuenta de todo y fuerzo a su hermano bajo amenaza, a confesar de donde tenía dinero y todo lo demás.
Cuando el hermano se entero de la verdad, fue a la montaña y repitió exactamente la misma oración hasta el momento en que se abriese una vez pero la montaña, lo que halló lo dejo tan sorprendido que olvido pronto la oración para de este modo poder salir, no pudo rememorar nada hasta, su psique estaba bloqueada y estaba nerviosísimo, comenzaba a decir:
.Montaña Simelí, ábrete. Mas no pasaba nada, puesto que no era la palabra adecuada, y de esta forma repetía una y otra vez hasta el momento en que los hombres lo hallaron, se burlaron de el y jamás lo dejaron salir.