Articulo de Fábulas Infantiles sobre La osa Primorosa
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Cuento dedicado a mi nieta.
Había una vez una familia de oseznos que vivía en un pueblecito, la más pequeña de sus hijas se llamaba Primorosa, iba a cumplir ocho añitos y deseaba tener la celebración más linda del pueblo y el traje más precioso que una osita haya tenido. Aparte de primorosa era muy presumida y orgullosa. Soñaba con una falda rosa y unas sandalias de ballerina del mismo color, que había visto en una tienda del mall.
Su hermana mayor, al saber esto, le contó a sus progenitores el deseo de Primorosa. Ellos se miraron con preocupación por el hecho de que no tenían el dinero para cumplir con el deseo de su osita. Mamá osa se quedó meditabunda tratando de encontrar una solución. La hermana mayor entendió la situación y decidió charlar con Primorosa.
Hermana mayor: ¿qué te semeja si te hago una linda falda con unos papeles de color rosa lindísimos que tengo guardados en mi guardarropa? Primorosa: ¡uy no! Te va a quedar fea, la que deseo es tan linda. Hermana mayor: Y qué te semeja si en vez de esas ballerinas rosadas te hago unas sandalias tejidas con un hilo rosa pálido que tengo en mis cajones? Primorosa: Nooo, mis piecillos no lucirán iguales, ¡se ven tan muy elegantes! Hermana mayor: Hagamos la prueba y me cuentas si te agrada. Primorosa: No pierdas tu tiempo por el hecho de que deseo la falda y las ballerinas del almacén.
Empezó Primorosa a danzar por toda la casa, ensayando para lo que sería la celebración que tanto deseaba, se veia con su faldita al aire, y moviendo sus piececitos en color rosa, daba y daba vueltas cuando escuchó a mamá decir a papá: ¿que vamos a hacer a fin de que Primorosa renuncie de esa celebración y de ese traje? Si no tienes trabajo, no podemos gastar nuestros ahorros en una celebración. Cuánta pena siento de no poder agradarla. Papá oso cerró sus ojos y se quedó en silencio, meditando.
Primorosa se detuvo, su corazón latía con fuerza, no podía pensar lo que estaba escuchando; con sus ojos llenos de lágrimas se fue a su alcoba y buscando a su hermana le dio un fuerte abrazo al unísono que le dijo: hermana, hermana deseo que me hagas ese traje que me ofreciste, creo que va a ser único por el hecho de que va a ser diferente, y además de esto hecho por tus manos. He alterado de idea y solo deseo una celebración con mi familia y ponerme el traje que tu me vas a hacer.
La hermana se sorprendió de lo que Primorosa afirmaba, mas se puso a trabajar inmediatamente en su ropa de celebración. Llegado el día del aniversario de Primorosa, se puso su traje y sandalias hechas por su hermana mayor y mirándose al espéculo vio que lucía realmente bien. Corrió donde sus progenitores y abrazándoles les afirmó, ¡soy tan feliz! pues tengo una familia linda. Sus progenitores se alegraron mucho de ver el cambio de Primorosa, que siempre y en todo momento era vanidosísima, y ahora se conformaba con poco. La tomaron de la mano y fueron a la mesa a compartir el pastel y las gaseosas con su otra hija.