Articulo de Cuentos Muy Cortos para Niños sobre La prudencia con los animales
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Abel era un pequeño travieso y juguetón, mas asimismo era atleta. Le agradaba hacer carreras de atletismo con sus primos y en el instituto. Una tarde de reposo Abel estaba desganado en su casa y pensó salir a correr con su cánido. Era un can muy sosegado en la casa, mas sus progenitores toda vez que lo sacaban a la calle, por seguridad le ponían un bozal que esa tarde Abel olvidó ponerle a Serafín (de esta manera se llamaba el can).
Salieron a correr por el parque y todo iba bien hasta el momento en que Serafín vio a otro can pasar. Abel no pudo supervisar la correa que sostenía a su can y este brincó de un solo brinco dejando malherido al otro can. Abel quedó paralizado de pavor y su Madre que retornaba en ese instante con el hijo mayor de hacer compras, controlaron la situación dichosamente. ¿Se imaginan lo que hubiese pasado si el can hubiese atacado asimismo a otras personas?