Articulo de Cuentos para Dormir sobre Matías el cobarde
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El pequeño Matías era un murceguillo de apenas 6 años de edad, que como a todos y cada uno de los murceguillos le agradaba la noche y la obscuridad, en verdad uno de sus juegos preferidos era el escondite puesto que de esta manera podía ocultarse toda vez que deseaba en los lugares más oscuros posibles si bien eso sí, siempre y en toda circunstancia en lugares de poca altura en tanto que nuestro querido Matías tenía auténtico pavor a las alturas. Sus amigos preferían otro género de juegos, acostumbraban a jugar a las camas flexibles colocándose sobre unos paneles de madera verdaderamente altos y dejándose caer sobre las camas para poder saltar. La verdad es que era un juego verdaderamente entretenido mas Matías, debido a su temor no podía jugar, y mientras que jugaban con las camas, debía quedarse solo leyendo un libro en un rincón.
Pese a que siempre y en toda circunstancia había tenido temor , jamás había intentado superarlo, pero de mil veces sus amigos le habían ofrecido jugar con ellos mas , asustado, se negaba a admitir a propuesta. Un día su mejor amigas Tina decidió que ya iba siendo hora de que las cosas cambiasen y de que Matías pudiera jugar con el resto como un murceguillo normal y corriente. A fin de que pudiese superar sus temores, lo llevó hasta lo alto de un acantilado donde, disimuladamente, le dio un empujón. Matías cayó al vacio mas, como era un murceguillo, desplegó sus alas y pudo volar y subir hasta lo alto, tal y como si de un aeroplano en un viaje a París se tratase. En ese instante se dio cuenta de que las alturas no habían de ser un inconveniente para él en tanto que al tener alas jamás podría desplomarse ni hacerse daño .
Desde ese momento Matías juega día a día al lado de sus compañeros a la cama flexible y es feliz en su pequeña gruta.