Mir y las golosinas

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Mir y las golosinas

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En una urbe llamada ralinho vivía un pequeño de 7 años llamado Mir.
Una mañana la mamá de Mir dijo:
– Mir a desayunar!!
Mir bajó de manera rápida las escaleras para desayunar..
Cuando miró la mesa, se percató de que mamá había puesto cereales sin chocolate y a Mir no le agradaban.
La mamá de Mir le dijo:

– Sé que no te agradan demasiado estos cereales, mas hay que comer de todo y los cereales con chocolate generan más caries.
Mir no se quedó conforme con la contestación de mamá y cuando se fue al salón Mir los guardó en un cajón.
Cuando mamá retornó dijo:
– Oh Mir!! No puedo creérmelo que orgullosa estoy de ti, te lo has comido todo pese a que no te agradan.
Mir sonreía, mas por la parte interior sentía sus tripas rugir, tenía mucha apetito.
Cuando mamá se puso a lavar los platos, Mir fue al salón y halló la bombonera con sus gominolas preferidas.
– Que rico, me voy a comer bastantes y de este modo me voy a llenar, pensó.
En el momento de comerse las gominolas, empezó a encontrarse mal, le dolía mucho la barriga.
– ¿Mir que te pasa? ¿Te hallas mal?
Mir respondió:
– Sí mama, me sentaron mal los cereales y ahora me duele mucho la barriga.
La mamá afirmó puesto que va a haber que llamar al doctor y que te miren, a ver por el hecho de que te duele tanto…
Mir respondió:
– No, mama!! Al doctor no!! Me duele mucho, fueron las golosinas… Ups!!
La mamá de Mir se enojó y le dijo:
– Mir me has desilusionado, confié en que te comerías los cereales y me engañaste, además de esto te comiste los caramelos sin solicitar permiso.
Mir se puso realmente triste y le afirmó a su mamá:
– Se que engañar no está bien, si no me agradaban debería habértelo dicho y no haberme comido las gominolas sin tu permiso, jamás más lo voy a hacer mamá, te lo prometo.
Y de esta manera Mir comprendió que no se debe engañar, pues toda la verdad siempre y en toda circunstancia sale a la luz.