¿Por qué el erizo tiene púas?

Articulo de Leyendas Infantiles Cortas sobre ¿Por qué el erizo tiene púas?

¿Por qué el erizo tiene púas?

Saber mas sobre ¿Por qué el erizo tiene púas?

¿Alguna vez te has preguntado por qué razón los erizos, esos animales tan curiosos, tienen el cuerpo todo cubierto de púas? Cuenta una vieja historia legendaria que hace bastante tiempo, tenían un pelaje plano y tan simple como el de otros animales. Mas sucedió que el sol un día, decidió que iba a casarse y para festejar su unión, organizó una enorme celebración a la que las criaturas de la Tierra estaban convidadas.
Toda la fauna se puso contentísima y no tardó en prepararse para tan resplandeciente convite.
Mas mientras que el resto de los animales se alistaba, el erizo se preocupó mucho, tanto con lo que decidió ocultarse en su madriguera para no ir a la celebración. Esto ofendió mucho a las otras especies, las que inmediatamente se dieron a la labor de persuadirlo para acudir.
—¡El sol ha sido el amigo más desprendido de todos! —le afirmaba una coneja— Todos y cada uno de los días nos provee con su calor y gracias a él, las plantas pueden medrar y podemos nutrirnos.
—Así es —le afirmó un ciervo—, todos estamos convidados a la celebración y sería de pésima educación faltar.
—No puedes hacerle ese desplante —añadió el león—, si lo haces enfurecer, ¡quién sabe como vaya a reaccionar! Es posible que se distancie de nosotros…
—¡Está bien, está bien! ¡Voy a ir! —exclamó el erizo al filo de los nervios— Solo déjenme en paz.
Así, cuando hubo prometido que no faltaría a la celebración, los animales prosiguieron preparándose con emoción.
Llegó el día del casamiento y todos estaban ocupando sus respectivos lugares. Había un enorme banquete del que todas y cada una de las criaturas gozaban, mientras que otras corrían y danzaban por ahí. El único que no se divertía era el erizo, quien se retiró a una esquina a mordisquear una piedra, triste y tembloroso.
El sol, al percatarse, se aproximó a él.
—¿Qué sucede amigo erizo, que estás acá solo? ¿No es de tu agrado la celebración que preparé para ?
—Es realmente bonito, señor sol. Mas estoy preocupado. Si se casa y tiene hijos, ¿de qué forma vamos a poder aguantar el calor de tantos soles al tiempo? Las aguas se secarían, la tierra ya no daría frutos y a todos nos abrasarían las llamas. ¡No habría nada que comer más que piedras! —chilló el erizo—. De ahí que que estoy mordiendo esta, para habituarme por si acaso las dudas.
Tras escucharlo con atención, el sol se percató de que el pequeño animal estaba en lo cierto y optó por anular su boda.
Todos y cada uno de los animales estaban coléricos, ¡por culpa del erizo se habían perdido el mejor festejo de sus vidas! Decidieron procurarlo para darle una lección mas , atemorizado, se ocultó de nuevo en su madriguera. Entonces el sol tocó a la puerta.
—Has sido prudente en tus palabras —le dijo— y te agradezco que evitarás una sequía irresoluble. Te traje este regalo. Con estas púas jamás más deberás ocultarte, ahora absolutamente nadie va a poder dañarte.
Desde ese momento, el erizo luce sus pinchos con orgullo.