Articulo de Otros Cuentos sobre Un niño inteligente pero flojo
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Alex era un chaval muy inteligente mas un tanto haragán. Prefería salir a la calle con sus amigos ya antes que quedarse a estudiar en casa por el hecho de que siempre y en todo momento aprobaba los exámenes sin inconvenientes. Su hermano Daniel, en cambio, no era un chaval demasiado listo mas se pasaba horas estudiando para sacar buenas notas en los exámenes. A lo largo de muchos años Alex y Daniel estuvieron sacando las mismas notas, mas Daniel estaba verdaderamente airado con su hermano pues no veía justo que mientras que se pasaba las horas estudiando en casa, su hermano estuviese gozando en la calle sin hacer nada, sin esmerarse lo más mínimo.
Un día su maestro de matemáticas decidió hacer un examen sorpresa para el que ninguno de los 2 hermanos estaba preparado. El examen era mucho más difícil de los que acostumbraba a poner aquel maestro con lo que los dos comenzaron a tremer. Una vez delante del examen, Daniel, el hermano responsable que siempre y en todo momento estudiaba, vio claras las contestaciones inmediatamente por el hecho de que eran preguntas que había visto en años precedentes y que al haber estudiado en profundidad, todavía recordaba. Alex, por otra parte, se puso nerviosísimo, toda la vida había confiado en su inteligencia, nunca se había preocupado por comprobar cosas de años precedentes o bien estudiar, y, delante de ese examen se quedó completamente en blanco.
Poquito a poco los años fueron pasando y los cursos eran poco a poco más bastante difíciles. Daniel prosiguió estudiando a lo largo de muchos años, y llegó a transformarse en un letrado de éxito. Ganaba mucho dinero y era feliz con su trabajo, al paso que Alex, movido por su vagancia dejó los estudios y jamás llegó a ser astronauta, su sueño de siempre, si bien era el más inteligente de los 2 hermanos.
