Articulo de Otros Cuentos sobre La granja de Mili
Saber mas sobre La granja de Mili
En una urbe del Sur de América, donde los campos y las áreas verdes abundan, había un pueblo donde las familias criaban animales. Al salir del instituto una pequeña llamada Mili salía siempre y en todo momento apresurada, tenía la responsabilidad de cuidar a unos bonitos animales en la granja del abuelo que vivía con ella, claro que todo esto era tras hacer sus deberes, las gallinas, ovejas y cerdos para ella eran sus mascotas preferidas a las que consideraba y cuidaba con gran esfuerzo sin que le afirmaran nada.
Faltaba poco para el aniversario de la abuela Miriam y los progenitores de Mili hacían planes para el almuerzo que debían preparar para el último día de la semana, la pequeña estaba muy cerca y por casualidad oyó que sus progenitores comentaban los platos preferidos de la abuela y uno de ellos eran los chicharrones, el estofado de pollo y la carne asada, al escuchar esto Mili entró en pavor y salió sin decir palabra alguna, no podía opinar que fuesen a cocinar a sus pedantes y solo de meditar en ello no hacía pero que plañir desconsoladamente. La pequeña no podía llevarse la vaca ni el cerdo mas si el conejo y una gallina, tomo un costal y se los llevo como pudo, corrió a casa de Gaby para ocultarlos y . . . pasaron las horas hasta el momento en que sus progenitores apreciaron su ausencia.
Preocupadísimos por Mili llamaron por teléfono a la casa de sus amigas hasta hallarla con Gaby, su vecina y amiga de siempre, allá tras charlar sobre los motivos que tuvo la pequeña para salir sin decir nada, comprendieron que se mal interpretaron los comentarios de sus progenitores, nunca pensaron en sacrificar las mascotas de Mili, ya antes que terminaran de charlar acordaban solicitar un bufé para aquel día, lo que Mili no oyó por salir apurada. En el momento en que se aclaro todo acordaron que siempre y en toda circunstancia es bueno charlar y desvanecer cualquier duda ya antes de tomar resoluciones, la confianza y una buena comunicación hace que se puedan eludir malos entendidos.
