Articulo de Cuentos Clásicos para Niños sobre El gato con botas
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Autor Original: Converses Perrault (mas se han hecho ciertas adaptaciones)
Esta vieja historia empieza con la muerte del molinero, un viejo hombre que vivía con sus 3 hijos, entre los que repartió su humilde herencia. Para el mayor de los hermanos decidió dejar el molino, al mediano el burro y para el pequeño el gato que tanta compañía había hecho a la familia. No es que fuera una enorme herencia, mas los hermanos parecían estar conforme, salvo el más joven, que se sentía tan desilusionado, puesto que de qué forma iba él a ganarse la vida con un gato que ni tan siquiera podía comerse. Mas ojo, los gatos son animales taimados y también inteligentes, y este hasta charlaba, y al ver a su dueño sumido en tal desgracia se puso manos a la obra. La primera cosa que hizo fue solicitar a su amo que confiase en él, y este se dejo guiar por el animal, sin mucha esperanza, puesto que no le quedaba otra; qué podría aguardar de un pobre felino como este, se preguntaba.
Después, el minino le solicitó dinero, y le dio lo poco que le quedaba; y al rato apareció el gato realmente bien vestido, con unas buenas botas e inclusive con un gorro a la medida, y qué bien se le veía, un caballero parecía, mas su dueño estaba airado, en tanto que su dinero se había gastado. El gato con gran convicción le respondió que no temiese, que sería una buena inversión; el dueño se calló y asintió con resignación, mientras que veía al gato manchar, de caza o bien a pescar. Y es que buena fama de cazadores tienen los felinos, o bien por lo menos los de otrora, y este gato no sería menos. Se presentó a las puertas del palacio, y cada pieza que cazó al rey se la ofreció, 2 conejos, 3 liebres para su majestad, en el nombre de su dueño el Marqués de Carabás.
Otro día, el gato avispadísimo, a la calle salió con su amo, a sabiendas de que el rey con su hija iría a caminar, y aprovechando la ocasión para fingir que su amo se ahoga y que unos ladrones le habían robado el traje y asimismo el carruaje. Velozmente su majestad manda que le atiendan y le vistan con ricos ropajes, y además de esto se empeña en llevarlos hasta sus aposentos. El joven ya no sabía qué hacer, mas el gato recordó que no lejísimos se hallaban las tierras y posesiones de un ogro muy temido en el sitio. Entonces el gato se dirigió cara el castillo y logró, con argucia y también ingenio vencer al fuerte ogro y liberar a la población de su opresión.
Y de esta manera fue como se apoderaron del castillo y el hijo del molinero logró hacerse con el estomago de su majestad y con el corazón de la princesa, con la que se casó. El más pequeño de los hermanos aprendió a no despreciar las capacidades, y es que el gato le había enseñado una lección, que era más esencial el ingenio y la inventiva que el dinero y el valor material.