Articulo de Cuentos Clásicos para Niños sobre El pichoncito
Saber mas sobre El pichoncito
Había una vez un cazador que estando en el bosque oyó los gemidos de un pequeño pequeño, el lloro venía de un árbol. Cuando el cazador bajo al pequeño se dio cuenta que muy cerca estaba su madre, había fallecido. Según lo que parece un ave de rapiña había arrebatado al pequeño llevándolo a su nido.
El cazador creyó que lo llevaría a casa a fin de que medre junta a su hija Lina. Una vez allá llamo al pequeño por nombre, pichoncito en honor a la forma de localizarlo en el árbol. Pasaba el tiempo y los pequeños medraban juntos, se hicieron inseparables y se querían mucho. En casa había una mujer que cocinaba todos y cada uno de los días, era una hechicera y absolutamente nadie lo sabía.
Una mañana, la mujer iba muy seguido llevando múltiples baldes de agua a la casa del cazador, llamando de esta forma la atención de la pequeña, quien no se quedo apacible y pregunto:
-¿Mujer que haces con tanta agua, pues haces eso?
-Te lo afirmaré si me guardas el secreto.
-Claro no se lo afirmaré a absolutamente nadie.
-Pienso hervir mucha agua y poner allá a pichoncito
Al día después, cuando el cazador salio, Lina le contó a su hermano todo cuanto Sanna la chef pensaba hacer. Entonces los pequeños, se levantaron y se fueron juntos de la casa. Cuando la chef se dio cuenta de la ausencia de ellos mandó a los criados a procurarlos ya antes que su patrón se enfureciera con ella a su regreso a casa.
Cuando retornaron a casa sin los pequeños, la criada se enfurezco mucho con ellos y los mando de regreso a continuar la busca, tras múltiples intentos, al fin la hechicera mala decide acompañar a los criados para inspeccionar la busca. Cuando los pequeños a la distancia, vieron que la chef retornaba con los criados, una vez pero aseveraron que jamás se apartarían y se transformaron, Lina en un estanque con mucha agua y pichoncito en un pato.
Estando cerca al estanque la criada, el pato picoteo la nuca de la hechicera, haciéndola caer al pozo. De este modo desapareció ella para no hacer pero daño.