Articulo de Otros Cuentos sobre La niña que quería ser grande
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Alicia cumplía años prontísimo y se apuraban con los preparativos los progenitores, familiares y sus primos. La lista era interminable: la torta, las tarjetas, el vestido, los zapatos y muchas cosas más. Mas Alicia estaba disgusta puesto que absolutamente nadie la comprendía. Lo que pasa es que no deseo una celebración de pequeños. Yo quisiese una celebración como hacen la gente mayor, algo diferente, afirmaba Alicia.
Una noche, Alicia soñaba que un hada le afirmaba que solicite 3 deseos por su aniversario, mas debía llevar cuidado con sus pedidos por el hecho de que se iban a cumplir de manera inmediata. Alicia, en sueños, en el momento de hacer el tercer pedido pensó en ser grande. Su deseo fue concedido. Al comienzo parecía agradarle su nueva vida. Salía cuando deseaba, sin solicitar permiso, y llegaba a la hora que mejor le parecía sin rendir cuenta a absolutamente nadie. Hasta el momento en que pasó el enorme susto de su vida: unos chicos la proseguían y estuvo a puntito de que la alcancen, mas pudo librarse de ellos con ayuda de otras personas.
Lo malo de todo es que Alicia estaba sin su familia, solísima. Pasaron los días y comenzó a sentirse vacía. Entonces se le apareció el hada madrina y le dijo: Tienes una última ocasión para solicitar otro deseo. Alicia sudaba y llorando mientras que soñaba, mas recordando a su familia y lo bien que estaba con ellos cuando era una pequeña, deseó con su corazón regresar a la vida de hogar que no pudo valorar cuando era pequeña. El hada sonrió y le dijo: Buena resolución, deseo concedido. Cuando Alicia despertó, estaba rodeada de su familia. Estaban despertándola cerca de su cama para cantarle por el día de su aniversario. La pequeña estaba feliz. Miraba a todos lados y todo era como siempre y en todo momento. Pensó en de qué forma era posible querer mudar su vida cuando en ese instante lo tenía todo para ser feliz.