Articulo de Cuentos Clásicos para Niños sobre La rama de avellana
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Un tarde cálida de primavera, el pequeño Jesús dormía plácidamente. Su Madre María al verlo se alegro de ver que se había dormido solo, para compensarlo se fue al bosque a traerle unas fresas que sabía le agradarían al pequeño.
Al llegar al bosque cuando María estaba a puntito de recoger las fresas, de repente apareció una víbora que deseaba atacarla, mas reculó a tiempo y se quedo quieta en un árbol de avellana. Cuando vio que la víbora se alejo de ella, como pudo María se acerco a recoger las fresas y se fue de manera inmediata a casa. Llegando a su hogar creyó que sería bueno reconocer de ahora en adelante que el árbol de avellana si le sirvió de protección a ella, asimismo debía servirle de protección al hombre por norma general y que todo el planeta debía saberlo.
Desde ese momento, hace mucho las ramas de avellanas son bien conocidas por el hecho de que le sirven a los hombres para defenderse de las víboras y de todo animal que se arrastra.