Articulo de Otros Cuentos sobre La zorra y el hombre labrador
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Un labrador se hallaba harto del daño que una zorra le causaba en sus cultivos día tras día, tras meditar se le ocurrió algo y entonces decidió que al verla la próxima vez debía darle un buen castigo, a ver si de esta forma se distanciaba de una vez por siempre de sus campos.
La traviesa zorra, pasaba de nuevo por el sitio como día a día y no se dio cuenta que el labrador la aguardaba oculto para tenderle una trampa, sería una sorpresa muy desapacible para ella. Por fin, al acercarse a jugar mientras que destrozaba una parte de la siembra, la atrapo fuertemente y anudando a su cola una mecha húmeda en aceite, le prendió fuego sin piedad lleno de ira provocando le gran dolor a la zorra que estaba quemándose viva.
Tristemente, tal y como si por fin de todo la zorra quisiese vengarse, corrió horrorizada en dirección cara los campos de aquel hombre, cuya siembra estaba ya lista mas que por alguna razón se tardo en cosechar, quemando de esta manera delante de el, todo el resultado de su esmero con el fuego que exactamente el mismo comenzó sin imaginar las consecuencias. El labrador, entre lágrimas y mucha saña, solo pudo observar como se quemaban sus cultivos llorando su amargura, al ver su inopinada y gran pérdida, sin poder hacer nada. Frustrado y estresado decidió jamás más obrar de esa forma ni actuar con ira ante ninguna situación, por el hecho de que comprendió que de este modo empeoran las cosas perjudicándose a sí mismo
