Cenicienta

Articulo de Cuentos Clásicos para Niños sobre Cenicienta

Cenicienta

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Un hombre que era riquísimo tenía a su esposa enferma, ya antes de fallecer, deseaba darle un mensaje a su hija y le dijo:
-“Querida hija, deseo que seas una buena persona a fin de que de este modo Dios este siempre y en toda circunstancia contigo, desde el cielo te acompañare día a día.”
Cuando su mamá cerro sus ojos por siempre, la hija iba todos y cada uno de los días a su tumba a plañir. Al pasar el tiempo su papá conoció a una señora que tenía 2 hijas realmente bonitas, mas feas de corazón, tras un tiempo su padre se caso con la señora y se fueron a vivir a su casa. Es entonces cuando empezó la pesadilla de la joven hija.
-“¿Quizás se sentará esa fea con nosotras?”, afirmó una de las hermanastras.
-“Que se vaya a trabajar a la cocina si quiere comer un pan con nosotras”. afirmó la otra hermana burlándose.
Verdaderamente la joven la pasaba mal en su casa, la hacían trabajar demasiado, le manchaban el piso, le lanzaban el alimento, no tenía hora de reposo entre muchas vejaciones pero. Como la joven siempre y en todo momento estaba sucia y llena de cenizas la llamaron “cenicienta”. Ella lloraba mucho en el sepulcro de su madre toda vez que podía.
Un día el rey organizo un celebración de 3 días para de esta forma invitar a todas y cada una de las jóvenes en edad de casamiento, puesto que deseaba que su hijo elija esposa. Las hermanastras, que estaban convidadas ordenaban a “cenicienta” que limpiara sus zapatos y que les cepillase sus pelos. Mas asimismo suplicaba a su madrastra que la llevasen a la celebración, si bien no deseaba, le afirmó que solo iría si recogía las lentejas que había lanzado entre las cenizas,
“Cenicienta” logro con ayuda de unas palomas recoger todo en escaso tiempo, cuando regreso la madrastra se negó tajantemente a que fuera a la celebración, aduciendo que sería una vergüenza que estuviesen juntas puesto que no tenía un bonito vestido. Llorando una vez pero corrió a el sepulcro de su madre y suplicó por un vestido, unas aves al oírla, le trajeron uno bordado en oro y plata y de esta forma fue a la celebración.
Cuando llego parecía una princesa apresando por su belleza a toda la multitud, absolutamente nadie la reconoció. El príncipe, solo deseaba danzar con ella, mas en el momento de partir, el príncipe la quiso acompañar a casa para conocer a su familia mas “cenicienta” escapo y se ocultó en un palomar. Cuando el príncipe se dio cuenta ya no estaba.
Los próximos días, Cenicienta hizo lo mismo cada vez y se descabullía en el momento de volver, mas una de sus zapatillas que era de oro, cayo por las escaleras y de este modo el príncipe la guardo comenzando a procurarla. Las hijastras pretendieron mentir al príncipe cuando llego a casa poniéndose el zapato de oro, mas a ninguna le quedaba, cuando lo hizo “cenicienta”, le quedo como un guante al pie. De esta forma el príncipe se la llevo a palacio y se casó con ella.
Cenicienta era buenísima persona y jamás se enfurezco con su madrastra y sus hijas, las perdono y como a su padre siempre y en toda circunstancia velo por todos.