Los animales merecen respeto

Articulo de Cuentos de Aventura para Niños sobre Los animales merecen respeto

Los animales merecen respeto

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Pedro era buen amigo de los animales, su amor y respeto por ellos, hacía que sus progenitores le dejen en la casa tener perros, patos, conejos, y los animales que el quisiese puesto que la casa era grande y había sitio para todos. Asimismo habían muchos gatos y uno muy singular, era un gato de patas cortísimas que paseaba bastante lento y no tenía la habilidad de su madre que era una gata diligente y traviesa.
Cuando doña Isabel iba al mercado donde vendía ropa, la gata taimada aprovechaba en entrar muy despacio a la cocina, subía de forma cuidadosa para poder ver si las ollas no estaban calientes y las destapaba, es de esta manera como se llevaba las presas de pollo que Isabel dejaba para el almuerzo de su familia.
Cuando Isabel retornaba al mediodía, Pedro ya estaba en la sala mientras que leía un buen libro, puesto que no le agradaba perder el tiempo. En el momento de servir su almuerzo, destapó la olla y no había ninguna presa de pollo, la mamá de Pedro creía que se las comía a ocultas y lo castigó de ahí que. Comenzaron las riñas en la casa y todos y cada uno de los días pasaba lo mismo:
-“Es que no es posible que desaparezca la carne y que todos me afirmen que absolutamente nadie lo hizo, eso es imposible” afirmaba molesta mamá Isabel.
Una mañana, Pedro fue al centro de salud con su mamá, aprovechando que tenía seguro escolar a fin de que le hagan un chequeo general. Retornando a la casa, Pedro tenía mucha apetito, se lavó las manos para servir su almuerzo y cuando estaba a puntito de entrar a la cocina vio a la gata que salía de allá con una presa de pollo en su morro, llamó a su mamá y buscando en el patio hallaron que la gata daba de comer a sus cachorros cerca del jardín.
Desde ese día los progenitores de Pedro acordaron que los animales deben comer un comestible conveniente y tener un horario a fin de que no pasen apetito, ahora entre todos se preocupan y se alternan para limpiarlos, nutrirlos y hasta pasearlos.
Es una responsabilidad muy grande tener animales en casa, es como tener un miembro pero en la familia. Dejarles lo que precisan, ver por su seguridad ya antes de salir y respetarlos es lo justo.