El asno y el lobo

Articulo de Cuentos Muy Cortos para Niños sobre El asno y el lobo

El asno y el lobo

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Un asno que paseaba de forma libre como todos y cada uno de los días por un bello prado, de súbito pudo advertir a tiempo la presencia de un lobo en exactamente el mismo sitio. Con gran argucia decidió el asno aparentar una cojera, en tanto que el lobo estaba muy cerca de el. Al advertir esta actitud, el lobo acercándose silenciosamente para no ahuyentar al asno le pregunto:
-¿No te amedrentes, mas puedes decirme por el hecho de que estas cojeando?, me agradaría saber si puedo asistirte. Y el asno que sabía que tras esa aparente afabilidad el lobo ocultaba sus auténticas y malas pretensiones, respondió así:
-Es que caminando por allá puse mi pie donde no debía y me hiera con una espina muy grande. De ahí que creo que si vas a comerme, será mejor que ya antes me asistas a quitármela si no deseas herir tu garganta, ¿me ayudas?, le afirmó el asno. Bueno puesto que no me queda más antídoto, debo hacerlo por mi bienestar, respondió el lobo.
Mas cuando el lobo se dispuso a a sacar la presunta espina, el asno levanto sus patas y aprovecho la ocasión, con sus talones le golpeo con sus fuerzas en el morro al lobo, huyendo de este modo tan pronto como pudo y lejísimos.
El lobo sorprendido, muy adolorido y con seriedad lastimado, se recupero, pensó y afirmó a si mismo:
-Bien, claro que lo tengo justo, mas quien me mando a meterme en el arte de la sanación y aún a mis presas, cuando mi padre lo único que me enseñó y aprendí realmente bien es a ser un enorme carnicero?