Un deseo navideño

Articulo de Cuentos Infantiles de Navidad sobre Un deseo navideño

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La temporada navideña siempre y en todo momento llenaba de gran emoción a todos y cada uno de los pequeños de la urbe. Mas no a Cecilia, quien tomada de la mano de su madre, la veía hacer compras navideñas para preparar la cena y agasajar a cada miembro de la familia. El centro comercial estaba lleno de rebosar de personas que como siempre y en todo momento, dejaban los preparativos de las festividades a última hora.
Su mamá la llevó a que se hiciese una fotografía con el Papá Noel que estaba sentado en el atrio del sitio, en la mitad de un montón de regalos falsos y un trineo de plástico. Cecilia se sentó en sus rodillas con desgano.
—¿Por qué razón esa cara larga, joven? ¿No estás conmovida por solicitarme juguetes? —le preguntó el hombre barbón.
Cecilia negó con la cabeza.
—¿De qué forma es eso? ¿De veras no deseas ningún regalo? —insistió Papá Noel extrañado.
—Solo hay una cosa que me agradaría —dijo ella—, mas no creo que me la puedas dar.
—Bueno, esta es la primera vez que oigo que un pequeño duda de alguien como . Cuéntame pequeña, ¿qué quieres? Quizá pueda asistirte.
Cecilia vaciló un tanto.
—Es mi amigo Paco, está enfermísimo y deberá pasar Navidad en el centro de salud —dijo—, y ni tan siquiera sabe si vas a poder llevarle sus regalos allá. Mas lo que de veras quisiese, es que se sintiese mejor.
Papá Noel se llevó una mano a la barbilla, caviloso.
—Bueno, puesto que verdaderamente tenemos un inconveniente acá. Mas creo que puedo arreglarlo —le dijo—, deja de preocuparte por tu amigo Paco. Te aseguro que le voy a hacer una visita y va a pasar la mejor Navidad de todas y cada una.
Aquello animó a Cecilia, quien sonrió y le dio un enorme abrazo al hombre de colorado.
Aquella noche, la pequeña cenó en compañía de sus progenitores y sus hermanos, y todos se felicitaron por tan bella data. Al día después los pequeños abrieron sus regalos con gran emoción. Cecilia recibió todo cuanto había pedido, incluyendo un juego de ajedrez nuevo. Le solicitó a sus papás que la llevasen al centro de salud a visitar a su amigo, puesto que deseaba jugar una partida con él.
En la clínica, Paco la recibió con una gran sonrisa en la cara. Se le veía mucho mejor y estaba acompañado por su mamá. Cecilia se sorprendió al ver un pequeño árbol navideño en el rincón y ciertos regalos a los pies de la cama del pequeño.
—¡Papá Noel si vino a visitarme tras todo, Ceci! —exclamó él con alegría— Llegó ayer por la noche con todos estos regalos, y asimismo me trajo globos y un pastel. Fue la mejor Navidad de todas y cada una. Hasta me afirmó que vendrías a verme.
Cecilia parpadeó sorprendida. Entonces, la madre de Paco le sonrió a ella y a sus progenitores.
—Aun no tengo idea de como sucedió —les dijo—, mas estamos muy felices de que nos visitara. Es como un milagro de Navidad.
Cecilia corrió a abrazar a su amigo y los 2 rieron. No cabía duda de que esa temporada era mágica.