El árbol

Articulo de Cuentos de Aventura para Niños sobre El árbol

El árbol

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Mi amigo Pepe, decidió un día contratar un carpintero para reparar una de sus viejas granjas. Aquel no fue su mejor día, al carpintero se le estropeó la cortadora, se fue la energía eléctrica, se hiero un dedo, le pasaron muchas cosas haciéndole perder pero tiempo retrasando todo, pero de lo aguardado.
Para cambiar el camión del carpintero se descompuso y mi amigo Pepe, debió llevarlo hasta su casa. Me cuenta Pepe que el carpintero estaba realmente serio, meditabundo y muy mudo. Al llegar a su casa, solicitó a Pepe que lo acompañe a fin de que conozca a su familia, mas ya antes, se detuvo a mirar un árbol, mientras que por su parte frotaba suavemente las hojas y las olía, gozaba su aroma. Cuando ingresaron a su casa, hubo un enorme cambio, se que de la seriedad y el silencio pasó a sonreír absolutamente besando y abrazando a sus pequeños hijos, tal y como si verdaderamente acabase de llegar tras un buen tiempo, o bien tal y como si fuera su última vez con ellos.
Lo interesante es que hacía lo mismo todos y cada uno de los días. Inmediatamente besó a su esposa y le presentó a su patrón, le invitaron algo de tomar y de comer. Al retirarse, el carpintero acompañó a su patrón y este le preguntó:
-¿”Qué significa tu actitud frente al árbol”?
“Oh, este es el árbol donde dejo mis inconvenientes día tras día, ya antes de entrar a mi casa”, respondió el carpintero y prosiguió explicando:
-“Lo que sucede es que entendí que no puedo eludir que en ocasiones sucedan cosas en mi vida, como las de el día de hoy. Mas mi esposa y mis hijos no tiene la culpa de eso, conque en este árbol, que todo lo aguanta dejo todo hasta el día después en que salgo a trabajar, lo singular de todo esto es que cada mañana recojo menos inconvenientes de los que dejé la noche precedente, afirmó el carpintero con una enorme sonrisa.
El dueño de la granja ese día, aprendió una enorme lección del humilde carpintero, aprendió a ser pero felíz, a no llevar sus inconvenientes a casa. Ese día fue de los mejores que pudo haber tenido, creyó que las casualidades no existen. Ahora el granjero tiene un árbol y hace lo mismo día a día. Después de todo todo tiene solución en esta vida y en su debido instante, ¿verdad que si?