Articulo de Cuentos Muy Cortos para Niños sobre El ciervo, el manantial y el león
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Un corzo que paseaba en el campo a la vera de sus hermanos corría feliz como todos y cada uno de los días, gozaba del camino matinal en el verde campo en gran libertad desde el instante en que era pequeño, como le enseñaron sus progenitores. La sed pronto lo estresaba por el intenso calor hasta el momento en que halló muy cerca un manantial, tomó mucha agua mientras que se miraba como en un espéculo de cristal. Al ver sus grandes y bellos cuernos, se lleno de orgullo, mas al ver sus piernas delgadas, se sintió frustrado pensando que de ahí que las tenía enclenques.
Mientras que se fastidiaba solo y sumido en pensamientos negativos, no se dio cuenta que un león se le aproximaba haciéndole correr con alta velocidad, es allá donde el corzo pudo anticiparse en gran forma y descubre que era muy veloz y que su fortaleza estaba en sus piernas. Todos sabían que la fuerza del león realmente esta en su corazón.
Todo iba bien para el corzo mientras que su carrera se emprendía en el campo hasta el momento en que para salvar su vida, se le ocurrió mejor idea que entrar al bosque. Cuando al fin lo hizo y creía estar a salvo, desgraciadamente tratando de avanzar lo único que logro, fue detenerse enmarañando sus cuernos en las ramas de los árboles. De esta forma solo logro darle ventaja siendo alcanzado por el león quien lo hirió de muerte.
Cuando el corzo estaba a puntito de finar, afirmó por última vez:
-¡Que desdichado soy!, que pensé que mis piernas eran enclenques y eran las que me daban fuerza y me salvaban. Estaba tan confiado y orgulloso de mis cuernos, y ahora son los que acaban por terminar con mi vida.