Articulo de Cuentos Muy Cortos para Niños sobre La oveja que ayudó sin pensar
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Hace muchos años hubo un hombre que tenía una granja con muchos animales, al que le agradaba coleccionar caballos de carrera. Se enteró que un amigo tenía un caballo de la raza que le faltaba y no vaciló en solicitar que se lo venda. Persuadió a su amigo hasta el momento en que al fin se quedó con el caballo. Al pasar unos días el pobre animal enfermó y preocupadísimo su dueño llamó al veterinario y este le dijo: Hemos comprobado que el caballo se inficionó con un virus y si no es tratado a tiempo, quizás debamos sacrificarlo para eludir que contagie a el resto caballos.
Después del tratamiento vamos a ver de qué manera sigue, agregó el médico. Por allá había una de las ovejas del hombre que estaba muy cerca y que involuntariamente, escuchó la charla. Cuando el veterinario se fue, la oveja se aproximó al caballo y le dijo: Ánimo amigo, te mejorarás, ya verás. Por la mañana siguiente, retornó el veterinario para iniciar el tratamiento del caballo y cuando se fue, otra vez se aproximó la oveja y dijo: Levántate amigo, te asistiré, puedes. Al día después, de nuevo va el veterinario, y al ver que el animal no mejoraba plantea a su dueño la idea de sacrificarlo. Cuando se retiraron se aproximó otra vez la oveja y dijo: Amigo debes levantarte ahora. ¡Vamos, fuerza! Eso es, corre, realmente bien, ¡ puedes! ¡lo conseguiste!. Al retornar el dueño resuelto a sacrificarlo vio que su caballo estaba sano y que corría, contentísimo dijo: Celebremos, ¡hagamos una enorme cena! Vamos a comernos la oveja para celebrar, hagamos un banquete.