El regalo de Pepito

Articulo de Cuentos Infantiles de Navidad sobre El regalo de Pepito

El regalo de Pepito

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Hubo una vez un pequeño de cinco años llamado Pepito , al que le encantaban los juguetes como a todos y cada uno de los pequeños. Se aproximaba la navidad y Pepito estaba impaciente por el hecho de que aún no veía que sus papás le adquirieran un regalo para Navidad . Sus papás siempre y en todo momento adquirían los regalos ya antes de Navidad y los guardaban realmente bien a fin de que Pepito no los viese. Mas lo que no sabían era que Pepito siempre y en todo momento sabía dónde guardaban los regalos. Este año Pepito se había propuesto abrir los regalos ya antes de Navidad por el hecho de que estaba agobiado por saber qué le obsequiarían esta vez.
Un día, cuando faltaban un par de días para Navidad, muy tarde llegó el papá trayendo un regalo enooorme. Era mucho mayor que cualquiera de los regalos de otras Navidad precedentes. A Pepito se le salía el corazón de la emoción!!! Entonces sus papás después de ocultar realmente bien el regalo (si supiesen que Pepito tenía todo bien planeado), se durmieron.
Pepito entonces se despertó muy despacio a eso de las tres de la mañana. Muy despacio juntó 3 sillas y las puso una encima de otra con el propósito de lograr el regalo que estaba muy en lo alto del ropero de sus progenitores.
Entonces, Pepito trataba de lograr con sus manos el regalo, mas no podía. Semeja que precisaba poner una cuarta silla para poder llegar mas eso sería un tanto peligroso por el hecho de que con tres sillas perdía un tanto el equilibrio. Pepito comenzó a estirarse y a estirarse para conseguir coger el regalo por una esquina… hasta el momento en que lo consiguió!!!
Pepito contentísimo tenía su regalo en la mano. Pepito abrazó su regalo fuerte y ahora lo que proseguía era ir a su cuarto para poder ver su regalo. Mas al instante de bajar de las 3 sillas, Pepito perdió el equilibrio y zas!!!
Pobre Pepito!!!
Al día siguiente Pepito despertó en el centro de salud acompañado de sus progenitores y con su regalo al costado. El regalo era auto a control a distancia que se convertía en un robot y que podía volar por los aires!!!
Mas se había roto!!!
Entonces los papás de Pepito abrazaron fuerte a su hijo y le dijeron:
—Mi amor, no importa que el regalo esté roto. Lo que importa es que estás bien. Mas aguardamos que hayas aprendido la lección y jamás más vuelvas a cometer una travesura como esta.
—No lo volveré a hacer jamás más. Se los prometo —dijo Pepito con lágrimas en los ojos y abrazando a sus progenitores.