El hada fea y la belleza de su corazón

Articulo de Cuentos de Aventura para Niños sobre El hada fea y la belleza de su corazón

El hada fea y la belleza de su corazón

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Había un reino, muy, mas lejanísimo en donde vivían muchas hadas. según ellas demasiado hermosas. Tanto con lo que ni mismas se aguantaban dada su excesiva vanidad. Mas había una de forma especial que era considerada la más fea del reino siendo rechazada por el resto hadas, escondiéndola contra su voluntad por muchos años, en tanto que no deseaban que absolutamente nadie la viese para no desentonar con “las pero bellas”.
Dulce, el hada fea como todos la llamaban, tenía como deber cuidar de todos y cada uno de los pequeños del planeta, para esto debía emplear una máscara para no atemorizarlos cuando se acercara. La pobre vivía triste y muy inhibida por el que afirmarán respecto a ella.
Llego el día en que se efectuaría una enorme celebración a nivel universal, donde todas y cada una de las hadas debían ir con sus mejores vestidos para impresionar al resto del cosmos, mas jamás imaginaron que en el camino se llevarían una enorme sorpresa, al acercarse al sitio del encuentro se dieron frente a frente con las brujas pero desalmadas de toda la galaxia.
Utilizando su poder desaparecieron a todas y cada una de las hadas, como Dulce fue la única que no fue. fue la que se salvo. Cuando se enteró de lo sucedido con sus hermanas las hadas, se olvidó de todo el daño sensible que le hicieron y se fue en busca de ellas, las busco por todos lados y utilizando su poder hizo que aparezcan todas y cada una y que retornen al reino. Las hadas, abochornadas por su feo corazón, se arrepintieron de lo mal que trataron a Dulce y le prometieron jamás pero hacerlo.
Las hadas comprendieron que lo más bello y también esencial de una persona no era tanto su aspecto físico, era la belleza de su corazón. De allá de ahora en adelante Dulce asimismo aprendió, que lo más esencial no era lo que el resto afirmaban de ella, lo pero esencial era lo que pensaba de sí. Esto mejoro su forma de meditar y aprendió a ser feliz tal y como era.