Piel de asno

Articulo de Cuentos de Hadas sobre Piel de asno

Piel de asno

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Había una vez un rey que se había casado con una preciosa mujer, la que le dio una hermosa hija. Mas la reina enfermó gravemente tiempo después y ya antes de fallecer, le hizo jurar a su esposo que solo se volvería a desposar con una mujer que fuera más bonita y virtuosa que .
El soberano puesto que, comenzó a buscar por todos y cada uno de los rincones del reino a una chavala que igualase la belleza y dones de su fallecida esposa, sin localizarla.
Mientras, su hija medró y se transformó en una chica hermosísima, incluso más hermosa que su madre y con sobradas virtudes. Viéndola un día, el rey decidió algo espantoso: iba a casarse con su heredera. Al comunicarle la nueva, se horrorizó.
Conque asistió con su hada madrina a fin de que la ayudase a escapar de aquel matrimonio.
—Pídele a tu padre del asno que más ama entre sus animales como regalo de bodas —le recomendó ella—, se va a poner tan triste, que anulará el casamiento inmediatamente.
Mas el rey accedió y mandó a sacrificar a su asno querido, para entregarle la piel a su hija.
—Ahora cúbrete con la piel y escapa del palacio —le recomendó el hada a la joven, al ver que su plan no había funcionado—, voy a guardar tus cosas en un cofrecito y voy a hacer que te prosiga a donde desee que vayas.
La princesa escapó y deambuló a las afueras del reino, hasta llegar a una humilde granja donde le dieron trabajo como criada. Bajo su piel de asno, sucia y pestilente, parecía la chavala más fea del planeta. Mas cuando estaba en solitario en su habitación, se levaba y se ponía sus finos vestidos, se volvía a transformar en la joven más preciosa.
Un día, un príncipe que iba de cacería la vio por medio de la ventana de su dormitorio, utilizando una de sus prendas más finas y se enamoró de ella.
Al ir a consultar a los dueños de la granja por su nombre, se sorprendió mucho cuando estos le afirmaron que solo era una sirvienta mugrosa y sin relevancia, a la que llamaban Piel de Asno. Decepcionado, el chico se fue nuevamente a palacio, en donde no pudo parar de pensar en la princesa.
Entonces le afirmó a sus progenitores que deseaba casarse con Piel de Asno. Los reyes se horrorizaron al saber de su deseo.
—Pues me voy a morir de amor entonces —declaró el príncipe, apenado.
La reina, preocupada por su hijo, persuadió al rey de que buscasen una solución. Este le preguntó al joven que podían hacer para solucionar su mal de amores.
—Díganle a Piel de Asno que me prepare una tarta —dijo él—, quizás comiendo algo preparado por ella, pueda restituirme de esta enfermedad llamada enamoramiento.
El rey ordenó a uno de sus emisarios asistir a la granja y pedirle la tarta a Piel de Asno. Y , al enterarse de que el príncipe la procuraba, empezó a cocinar el más sustancioso pastel que absolutamente nadie hubiese probado…
CONTINUARÁ